Janicki Omniprocessor -que actualmente está ubicada en Washington- es capaz de convertir en excrementos humanos en agua potable y electricidad en apenas cinco minutos. Para ello, n un primer lugar se realiza un proceso de secado que extrae el agua de las heces y a continuación, los desperdicios son quemados a elevadas temperaturas con el objetivo de generar energía eléctrica. Mientras tanto, el agua obtenida en un primer lugar es correctamente depurada, de modo que puede beberse sin ningún tipo de problema para la salud. Tal y como el propio Gates afirma, los responsables del proyecto están ya trabajando en la próxima versión de la máquina, que será capaz de generar 250kw de electricidad y 86.000 litros de agua potable al día, lo que permitirá abastecer de agua a 100.000 personas.
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